La diferencia fundamental entre HTTP y HTTPS pasa por la seguridad. Al utilizar el protocolo HTTPS, toda la información enviada y recibida entre tu dispositivo y la web a la que está conectado se transmite de forma encriptada y segura, lo que impide que pueda ser leída por terceras personas que traten de interceptar tu conexión. No todas las webs disponen de este nivel de seguridad, sin embargo, y solo pueden ostentarlo las que cuenten con un certificado SSL. Vamos a verlo en más detalle.
Ruth Matthews
Feb 10, 2021 · 4 minuto de lectura
A grandes rasgos, puede decirse que la base de la world wide web es el protocolo HTTP, que es un protocolo de comunicación que define la manera en que se comunican un dispositivo cliente y un servidor conectados a través de la web. En cierta forma, puede decirse que HTTP es el idioma que hablan tus dispositivos informáticos para entenderse con las páginas web.
Tus dispositivos utilizan el protocolo HTTP cuando se conectan a cualquier web. Es el protocolo que permite a tu navegador acceder a una página web cuando tecleas su dirección en la barra de búsqueda, y también es el protocolo que le permite descifrar la información de la web que visitas y mostrártela en la pantalla. Sin embargo, no se encuentra protegido de forma segura, así que las webs que utilizan el protocolo HTTP no cuentan con un certificado SSL.
HTTP significa Hyper Text Transfer Protocol (Protocolo de Transferencia de Hipertexto). Es el protocolo utilizado por tus dispositivos para comunicarse con las páginas web, pero no se encuentra protegido de forma segura.
El protocolo HTTPS es una evolución del protocolo HTTP diseñada para garantizar la seguridad de las comunicaciones en HTTP. Lo que hace este protocolo es combinar el protocolo HTTP con el protocolo SSL/TLS (Secure Socket Layer / Transport Layer Security) para otorgarle al protocolo HTTP una capa de protección que no tiene en su versión básica.
HTTPS surgió en 1995, cuando internet comenzó a transformarse en un espacio más complejo donde los usuarios podían intercambiar información sensible que era necesario proteger, como sus datos bancarios o sus claves de acceso personales a diferentes plataformas. Gracias a esta evolución pudieron surgir servicios como la banca online o el e-commerce. Las webs que utilizan HTTPS pueden contar con un certificado SSL.
HTTPS significa Hyper Text Transfer Protocol Secure (Protocolo Seguro de Transferencia de Hipertexto). En esencia, este protocolo es una versión mejorada y segura del protocolo HTTP.
Al navegar por internet, lo más probable es que tu navegador alterne entre ambos protocolos. Tanto HTTP como HTTPS son protocolos utilizados por un gran número de páginas web que visitas a diario, y, en materia de transferencia de datos, no presentan apenas diferencias más allá de su seguridad.
Sin embargo, la importancia cada vez mayor de la seguridad en internet ha hecho que, en los últimos años, el protocolo HTTPS pase a ser casi esencial para la navegación, mientras que el HTTP –es decir, la versión desprotegida del HTTPS– es un protocolo que deja expuestos tus datos privados. Por eso el certificado SSL es tan importante a la hora de valorar la seguridad de una web, hasta el punto de que la mayoría de navegadores te impedirá el acceso a las páginas que no lo tengan.
Si te conectas utilizando redes WiFi públicas, por ejemplo, cualquier usuario que tenga acceso a la red podría tratar de interceptar tu conexión y acceder a los datos que envías o recibes. Esto es especialmente peligroso si accedes a cuentas de correo o realizas compras online, porque la información de tus tarjetas de crédito o tu nombre de usuario y contraseña quedaría expuesta. Las páginas web que utilizan el protocolo HTTP, es decir, el protocolo no seguro, pueden facilitar una filtración de tus datos en varios niveles, desde tu propia red Wi-Fi hasta los servidores de tu proveedor IP o los del proveedor de alojamiento de la página web que estás visitando.
En cambio, al navegar utilizando el protocolo HTTPS, la información que envías y recibes de la página web a la que te conectas es enviada mediante un canal cifrado a través del protocolo SSL/TLS y no puede ser leída por terceros, ya que éstos no disponen de la clave que permite desencriptar la información. HTTPS es, así, el protocolo que permite que internet exista tal y como la conocemos, ya que sin este protocolo no sería posible operar de forma segura en la red para realizar transacciones o acceder a nuestras cuentas.
Para navegar con mayor seguridad, deberías usar una VPN para proteger tu conexión. Si no sabes todavía qué es una VPN, se trata de una herramienta que te permitirá redirigir tu conexión de forma segura a través de servidores que cuentan con cifrado de última generación, así que todos tus datos permanecerán protegidos, incluso si te conectas a través de redes vulnerables como las Wi-Fi públicas.
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